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¿Cómo disminuyeron un 99% las muertes de los pilotos DE USA?

En el invierno de 1934, el presidente Franklin Delano Roosevelt tuvo un problema: los pilotos del Cuerpo Aéreo del ejército de Estados Unidos, los mejores avisadores de combate, estaban muriendo en accidentes de avión.

Las técnicas de aprendizaje eran primitivas. Después de varias semanas de instrucción en tierra, se le permitía hacerse cargo, gradualmente, de los mandos del avión. Los alumnos aprendían haciendo circular el avión por tierra y «saltando como pingüinos» en aviones de alas cortas y gruesas; o simplemente volaban, se estrellaban y confiaban.


Después se les subía al avión y se ejecutaba una serie de rizos y acrobacias. Si el alumno no echaba hasta la primera papilla, se consideraba que tenía aptitudes suficientes para convertirse en piloto.

El artefacto de Edwin Link

Edwin Link era un apasionado de la aviación, quería aprender a pilotar pero las clases a las que asistía no le enseñaban. Se obsesionó con la idea de mejorar la instrucción para pilotar aviones.
En 1927 cogió fuelles y bombas de la fábrica de órganos de su padre y construyó un artefacto que simulaba la cabina de un piloto: panel de instrumentos, alas abatibles, una cola… En el morro se encendía una lux cuando el piloto cometía un error.

Este artefacto enseñaría a volar en la mitad del tiempo y por mitad de su coste.
Hacia finales de la Segunda Guerra Mundial 500.000 aviadores habían pasado millones de horas en el simulador del Link al que llamaban la Caja Azul.

Y así el Cuerpo Aéreo se convirtió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Con el artefacto de Link los pilotos practicaban intensamente, se esforzaban, cometían errores y aprendían de ellos.

Esta idea de práctica intensa tiene sentido cuando se trata de prepararse para trabajos peligrosos.

Por eso, en PreveSystem hemos desarrollado un simulador de trabajos en altura y espacios confinados. Para que nuestros alumnos se enfrenten a situaciones reales en un entorno seguro.
Que prueben, cometan errores, repitan y repitan hasta que mejoren sus habilidades y se sientan seguros en su trabajo peligroso.

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Fuente: Las claves del talento de Dan Coyle.